Hoy en día hay mucha gente que no tiene claro el significado de la palabra Autoestima. Imagina que vas por la calle y te encuentras esta escena… ¿Qué pensarías al respecto?
Seguro que todos pensaríamos que esa persona está sufriendo un «maltrato».
Pero… ¿Qué sería si fuéramos nosotros mismos los que nos decimos eso?
La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamientos dirigidos hacia uno mismo, hacia nuestra manera de ser, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter.
Paralelo a este concepto tenemos otros dos que en ocasiones podemos pensar que significa lo mismo.
Uno de ellos es la autoimagen. Es la imagen o representación mental que tenemos de nuestro cuerpo y nosotros mismos. Se podría decir que es como una fotografía nuestra. Sobre ella influyen conversaciones tanto internas como externas. Así, llamarse inútil cada vez que se hace mal una cosa, nos indica que no tenemos una autoimagen muy buena de nosotros.
El otro concepto es el autoconcepto. Es la opinión que tenemos sobre nosotros mismos. Y sobre ella también influye lo que el resto de la sociedad opine sobre nosotros. Un ejemplo sería que nos vieran como apasionado de los perros o serio en el trabajo. No emite juicios de valor, es racional, muestra la información de forma objetiva y se puede describir con palabras
La Autoestima es el valor o afecto que depositamos en nosotros mismos.
En la sociedad actual estamos interaccionando continuamente con el entorno. De la forma en que respondamos a todas estas interacciones nos va a indicar el estado de nuestra autoestima.
Para empezar, haz un pequeño ejercicio y sé sincero contigo mismo.
Mírate al espejo y di lo que ves antes de pulsar en el desplegable.
Aquí comienza tu camino para una autoestima saludable.